Ante la inminencia de la guerra, el Gobierno venezolano va a dictar una serie de normas tendentes, sobre todo, a garantizar la neutralidad del país. Muchas de esas medidas, tendrán carácter restrictivo y, así, el 7 de agosto de 1939, se promulgó la Ley de Actividades de Extranjeros en el Territorio Nacional. Precisamente, la primera institución vasca creada en Venezuela, la Asociación de Socorros Mutuos, fue legalizada bajo esa norma. Sin embargo, ponía coto a otro tipo de actividades y, por ejemplo, restringía la exhibición de escudos y símbolos políticos extranjeros. Por ejemplo, insignias nazis y falangistas. Quizá por todas esas circunstancias la legalización definitiva del primer Centro Vasco de Venezuela se retrasará durante casi dos años.
Los primeros tiempos de los exiliados vascos en Venezuela estuvieron dedicados a buscar empleos estables y a organizar su vida. En no pocos casos esto ocurre rápidamente. Cuando apenas había transcurrido un año desde la llegada del “Cuba”, ya existía un grupo, formado por Blas de Gárate, Triki Azpiritxaga, Jon Oñatibia y Ángel Aznar, que realiza gestiones para fundar un Centro. Este grupo, a principios de 1941, se constituye en Comisión Organizadora, presidido por Blas de Gárate. El grupo comienza a reunirse en el bar “Santa Capilla” donde se redactaron los primeros Estatutos. Según Martín de Ugalde, “cuando las reuniones se hicieron más nutridas, hubo que buscar un local mayor, y (los vascos han preparado siempre sus organizaciones cerca de una buena mesa) pasaron sus reuniones al “Txoko”, un restaurant de Juan de Leniz”.
El 7 de octubre de 1941, la Junta Directiva del Centro Vasco acordaba arrendar una casa en Cipreses a Velázquez nº 9, con una renta mensual de 400 bolívares, fijando en ella su primera sede social. Días más tarde, se reunía la Asamblea General para que fuese ella la que refrendase la elección de sede así como para buscar fórmulas para su financiación.
En 1949 la comunidad vasco venezolana luego de una minuciosa busqueda encuentra un terreno en la Urbanizaciòn de El Paraiso de Caracas, ya que la antigua sede de Truco a Balconcito ademas de ser alquilada, como mencionabamos antes, se estaba haciendo pequeña. Compraron este espacio en El Paraíso, Urbanización que representaba en esa época lo mejor de Caracas, y construyeron un espacio vasco en Caracas, caracterizado por un hermoso caserío con su infaltable Frontón para la practica de la Pelota vasca.